Ocho impresionantes casas situadas en acantilados de las que solo podrás disfrutar si no tienes vértigo

Uno de los reclamos que se utilizan para vender o alquilar una casa es el de “buenas vistas”. Y, la verdad, es cierto que este factor puede marcar la diferencia entre diversas viviendas de características similares. Porque, seamos sinceros, no es lo mismo abrir la ventana de tu habitación, recién despertado, y ver a tu vecino tendiendo sus calzoncillos, que asomarse a un balcón y poder disfrutar de las vistas de un precioso parque o de la maravillosa brisa marina.
Algunos arquitectos han hecho de este elemento el motivo principal de su trabajo, lo que ha dado lugar que, a veces, podamos ver edificios en lugares poco convencionales, puestos allí, precisamente, para poder tener la mejor vista posible. Un buen ejemplo de ello son algunas casas situadas en acantilados, desde las que es posible tener la mejor perspectiva del mar. Aquí os enseñamos algunas de ellas, con características muy diversas, pero con un elemento en común: no son recomendables para quienes sufren vértigo.

Probablemente, nunca un nombre haya servido para definir tan bien una casa como este. Pole House (que significa Casa del Poste, en castellano), es una magnífica obra de ingeniería que se compone, esencialmente, de tres elementos: un puente que se eleva a varios metros sobre el suelo, la fantástica casa en el que desemboca y un poste que la mantiene en el aire. Sus peculiares características la han convertido en un reclamo turístico de Great Ocean Road, en la costa sur de Victoria, desde que se construyó en los años 70, de la mano del arquitecto Frank Dixon. En la actualidad se ofrece en alquiler para quienes quieran disfrutar de esta bonita zona costera australiana. Si tienes la oportunidad de alojarte allí, sin duda, sentirás el mar de una forma especial.

En Laguna Beach, California, es donde podemos encontrar este vanguardista edificio que fue diseñado por el arquitecto Mark Abel, en colaboración con el diseñador de interiores MycaLoar. Todas sus características son impresionantes: sus 1.200 m2 repartidos en tres plantas, su ascensor de cristal, su sala multimedia… Pero, sin lugar a dudas lo más destaca son sus fantásticas vistas de 180 grados, que permite disfrutar de un paisaje precioso.

Esta casa, diseñada por WMR Arquitectos, es más sencilla que las anteriores, sin excesivos lujos. Pero, eso sí, es ideal como refugio, para escapar de la vida estresante de la ciudad y esconderse en un entorno de tranquilidad y relajación. Y, evidentemente, su entorno en espectacular, por lo que desde lo alto del acantilado en el que está construida es posible disfrutar de vistas asombrosas del Océano Pacífico. El material dominante en la construcción es la madera, lo que le da un toque rústico que encaja con el paisaje que le rodea y minimiza el impacto ambiental y visual.

Esta extraña casa, que se parece inspirarse en los diseños más creativos del Gaudí, se encuentra en la costa granadina, concretamente en el municipio de Salobreña. Fue construida en 2015, bajo la dirección del estudio Gil Bartolomé Architects. Sus 210 m2 se asoman sobre una colina con una inclinación de 42 grados, situada frente al mar Mediterráneo. El techo metálico, construido con forma de escamas, recuerda la piel de un dragón. Sin duda, una bonita obra, a pesar del terreno agreste que la rodea.

 

Patrycjusz Tomaszewski Felkiewicz

Patrycjusz Tomaszewski Felkiewicz

Cerador y Admistrador de P&B Partner Group www.pbluxuryhouses.es

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