El gran problema inmobiliario en España: la emancipación de los jóvenes toca mínimos históricos

El sector inmobiliario no tiene dudas: España está sumida en una tremenda crisis de acceso a la vivienda. Los jóvenes, que forman la gran bolsa de demanda residencial, tienen muchas dificultades para comprar o alquilar un piso. Son muy pocos los que lo consiguen… a costa de estar sobreendeudados.
Los últimos datos que muestran lo crítica que es la situación son los recopilados por el Consejo de la Juventud, que cifra la emancipación de los menores de 30 años en el 19% a cierre del año pasado. Es la cifra más baja desde que el organismo empezó a recopilar datos, hace ya una década.
Según sus cifras, las regiones con una tasa de emancipación más elevada son Cataluña, Baleares, Aragón y La Rioja, donde supera el 21%. Los siguientes en la lista son Navarra y Madrid, con una tasa de entre eñ 19% y el 21%; seguidas de Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana, Canarias y Murcia, con una horquilla de entre el 17% y el 19%. Las demás ya registran una tasa inferior al 17%. En 2008, en cambio, estaban emancipados más del 21% de los jóvenes de entre el 16 y 29 años en prácticamente todo el país, a excepción de Extremadura, Cantabria y País Vasco.
“No es que en el último trimestre de 2018 se haya producido un desplome repentino de la autonomía residencial de la población joven en España, sino que culmina un proceso que arrancó en 2009 y que, de una manera más o menos ininterrumpida, ha ido prolongándose hasta hoy en día. Echando la vista hacia atrás, se podría decir que la proporción de personas jóvenes emancipadas estuvo aumentado año tras año entre 2001 y 2008. Desde entonces, ha ido disminuyendo”, señala el informe.
Se dispara el coste del acceso a la vivienda
El informe también analiza el coste que tiene para los jóvenes el acceso a la vivienda, ya sea en régimen de propiedad o en alquiler. De hecho, asegura que “las dos principales vías de acceso al mercado de la vivienda están fuera del alcance de la mayoría de los jóvenes”.
En el caso de la compra, los factores más destacados son que a la mayoría de menores de 30 años le sería imposible destinar menos del 30% de su salario al pago de la mensualidad del préstamo hipotecario, a lo que se suma que el precio que podrían pagar ronda los 81.340 euros, cifra que está por debajo del precio medio de una vivienda libre. También influye que la banca está aumentando los requisitos para conceder hipotecas (para no repetir errores del pasado, por los cambios que ha supuesto la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria…), así como la falta de ahorro.
Todas estas condiciones han impulsado la demanda del alquiler, aunque muchos jóvenes también tienen problemas para poder independizarse a través de esta vía. “Es cada vez más inviable y el colofón se ha materializado en el hecho que el coste de acceso al mercado de alquiler para una persona joven asalariada se ha situado en el 91,2%. Es decir, debería reservar la práctica totalidad de su salario solamente para hacer frente al pago mensual del alquiler (obviando los demás gastos que conlleva hacerse cargo de una vivienda). Incluso contando con el poder adquisitivo medio de un hogar joven, el alquiler tampoco sería factible, ya que implicaría tener que destinar el 41,2% de la renta disponible”, agrega el informe.
La cesión de viviendas, a escena
Otra de las conclusiones más curiosas a las que llega el Consejo de la Juventud es que la cesión de viviendas está ganando protagonismo en el mercado de la vivienda.
El informe recalca que el alquiler ha perdido algo de terreno como fórmula mayoritaria de tenencia de las viviendas entre la población emancipada menor de 30 años. “Si en 2017 el 60,6% de las personas jóvenes emancipadas vivía de alquiler, en 2018 lo hacía el 59,2%. El descenso no ha sido brusco, pero supone romper con una tendencia ascendente de varios años”. Y asegura que este retroceso del arrendamiento no se ha traducido en un movimiento hacia la propiedad, sino hacia una modalidad que hasta ahora ha tenido un peso testimonial: la cesión de viviendas.
“Actualmente ya no puede afirmarse que se trate de un fenómeno residual, puesto ya son más las personas jóvenes emancipadas en viviendas cedidas que en viviendas de propiedad sin pagos pendientes. Ya 12 de cada 100 personas emancipadas de 16 a 29 años en España residen en viviendas cedidas”, aclara. Son casas que ceden sus familiares de forma gratuita, o semigratuita.

Patrycjusz Tomaszewski Felkiewicz

Patrycjusz Tomaszewski Felkiewicz

Cerador y Admistrador de P&B Partner Group www.pbluxuryhouses.es

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